En fin, como crónica, cabe destacar que tuvo una muerte rápida, que no sufrió y que fue incinerada.
He aquí nuestra Sardina en sus últimos momentos:
En su bonita caja
Con su séquito de porteadores.
Y las pobres plañideras que seguro que tenían mucho que esconder, porque ¿a qué sino taparse tanto?.. no será quizá que nos lo estabamos pasando demasiado bien para ser un entierro y os sentíais culpables??
Eso sí , ¡GUAPAS es poco!
Nos encantaría tener más fotos y ponerlas en el blog y en Facebook, así que si tenéis y nos las hacéis llegar, las publicamos con mucho gusto.
avvsural@gmail.com
¡¡¡¡Un saludo!!!!